José Alí Méndez Méndez es un docente venezolano de historia y geografía que durante años se dedicó a la educación en diversas instituciones, donde impartió geografía general, historia del arte, historia universal, psicología y literatura. Siempre disfrutó del afecto y la admiración de sus estudiantes, quienes aprendieron a amar la historia y a apreciar el arte a través de su dedicación. En la universidad fundó y dictó un curso pionero titulado Historia de la Radio, una asignatura electiva que atrajo a alumnos de otras disciplinas deseosos de escuchar y aprender. La educación fue su gran pasión, hasta que descubrió el mundo de la radio.
Durante más de veinticinco años construyó una sólida carrera como locutor comercial, publicista y gerente de dos emisoras juveniles de corte contemporáneo. En busca de un mejor futuro, emigró a Inglaterra en 2019, donde inició una nueva etapa de vida, adaptándose a una cultura, un idioma y costumbres distintas a las suyas. Esta experiencia —que él mismo describe como una aventura que lo sacó de su zona de confort— despertó en él un profundo deseo de seguir comunicando y enseñando, aunque aún no pudiera ejercer como docente ni como locutor en su país adoptivo.
En este contexto comenzó a imaginar una historia moderna y cautivadora, combinando tres elementos que siempre lo habían fascinado: el vino, el amor y el Imperio Romano. Mientras trabajaba largas jornadas en una fábrica de persianas decorativas, una pregunta surgió durante una cata de vinos en casa de su cuñada y dio origen a su proyecto literario: ¿Qué pasaría si, al abrir una botella de vino, su sabor resultara rancio y avinagrado?
De esa pregunta nació un intenso proceso creativo, en el que fue moldeando personajes, escenarios e hilos narrativos. Tras más de un año de reflexión y preparación mental, fue el apoyo y entusiasmo de su esposa, Alexandra, lo que lo animó a escribir su primera obra de ficción.
José Alí Méndez nació en Caracas, Venezuela, el 25 de septiembre de 1972. Proviene de una familia católica tradicional y es padre, abuelo y esposo dedicado. Amante del vino, el café y la música, se considera un profesional disciplinado y comprometido. Es licenciado en Ciencias Sociales, mención Historia y Geografía, por la Universidad Católica del Táchira. Además, es locutor comercial certificado, con veinticinco años de experiencia que incluyen más de una década como subdirector de la emisora 102.1 FM y cinco años en Líder 91.1 FM.
También se desempeñó como productor general de programas musicales, narrador de noticias, cronista deportivo en fútbol y ciclismo, presentador de televisión especializado en conciertos y festivales, y voz oficial de campañas nacionales. Entre sus proyectos más destacados se cuenta haber sido la voz institucional del Banco Sofitasa en radio, cine, televisión, cajeros automáticos y líneas de atención al cliente.
Sus influencias son tan diversas como inspiradoras: desde sus abuelos, que le inculcaron el valor de la familia y la fe, hasta sus padres, que le transmitieron la perseverancia y el coraje. Recuerda con especial gratitud a sus profesores universitarios: Joaquín Cánovas, quien le contagió la pasión por Roma y el arte; Betulio Medina, cuyas clases de antropología le abrieron la mente a la riqueza de las civilizaciones humanas; e Inés Ferrer, su profesora de Historia de América, cuyo rigor académico dejó huella imborrable en su formación.
Entre los locutores que más admira se encuentran Iván Loscher, César Maldonado Jr., Ely Bravo, así como referentes internacionales como Graham Norton, Howard Stern y Jools Holland. Su estilo como escritor es histórico, descriptivo y estructurado. Aspira a contar historias que avancen con coherencia, llevando al lector de la mano a través de lugares, referencias, música y emociones. No alberga grandes pretensiones literarias, consciente de sus limitaciones, pero reconoce que su necesidad de comunicar es una fuerza que no puede resistir.
Aunque este manuscrito pudo haber sido terminado en pocos meses, su rutina diaria lo llevó a dedicarle apenas una hora diaria de lunes a viernes durante diez meses, equilibrando la escritura con su trabajo en una empresa de pinturas. El cine también ha sido una de sus grandes pasiones, y su influencia se percibe en su obra, concebida no solo para entretener, sino también para enseñar. Como educador, cree firmemente en el poder transformador del aprendizaje: cuanto más practique y escriba, más crecerá y conectará con lectores en busca de historias que los conmuevan, del mismo modo que las notas musicales se combinan para crear melodías que perduran en la memoria.
En su mente escucha claramente el eco de historias deseosas de ver la luz, títulos que lo rondan y persiguen: La hija del capo, La corona rota, La sangre, El ladrón de San Patricio y Tres escudos. Tras este fascinante ejercicio creativo —que nunca imaginó poder culminar en once meses de trabajo y reflexión— La Maldición de Baco amplió su horizonte y le dio el valor de pensar en compartir esas historias algún día.
En conclusión, José Alí Méndez sueña con seguir escribiendo de forma profesional y aplicar en sus libros lo que tantos años de radio le enseñaron: la capacidad de entretener, educar, acompañar e informar a través de la palabra escrita.
“Del fondo de cada copa surgía un eco humano,⟵ Volver al inicio
hasta que el dios del vino decidió silenciarlo.”